
El hombre a lo largo de su historia ha tratado de alcanzar justicia, y no pocas veces ha confundido la justicia con venganza y revanchismo. La venganza y la revancha, nunca son de justicia, pues la justicia busca, o debería buscar, justificar los actos y corregirlos a fin de enmendarlos, pues, si sólo venga, ajusticiamos, y no justificamos.
En el afán del hombre por ser siempre y figurar por encima de todas las cosas el hombre se ha olvidado de justificar, creando un sistema que ajusticie a quien piensa diferente a él. Es verdad, hay hechos que no caben en justificación alguna y que merecen de un profundo correctivo sin atenuante alguno, en estos días que vivimos de cada vez mayor incertidumbre, lo vemos más, la violencia campa a sus anchas en un mundo menos justo que nunca, un mundo que se va violentando hasta el punto de ser una suerte de feudo del mal.

Ya el código de Abu Dabi lo dejó escrito y es que nace del hombre y su equivocado concepto de lo justo "ojo por ojo y diente por diente" y desde entonces, no hemos sabido evolucionar... qué triste concepto de justicia y equidad el que si tú me hieres yo te hiera en lo mismo, porque si de mí fuera, por mi revanchismo, por hacer justicia, te ajusticiaría porque no me nace justificarte, y sin embargo... si hubiéramos evolucionado, si en verdad tuviésemos un atisbo real de lo que es e implica la justicia... yo jamás te atacaría, porque antes de herirte en algo, pararía a ponerme en tu lugar, entendería tu situación, comprendería tu éxito, tendría humildad para acercarme y pedir sin exigir, sin creer que el que seamos diferentes y poseamos distintas cosas y cantidades me hace menor a ti. Entonces tú podrías darme de eso que quiero, o que simplemente necesito, y sería justo, me darías de ti y harías que yo pudiera seguir hacia adelante... pero el hombre pronto olvidó la matriz de la que venía e improntó de injusticia una sociedad injusta que con el pasar de los tiempos se está volviendo cruel y profundamente violenta. La insolencia campa a sus anchas y es violento hasta el lenguaje, se incita al odio en nombre de la paz, como si acabar con todo lo que existe fuera la única solución a la existencia... y mientras el tiempo pasa, el hombre muere, se destruye en una continua explotación donde hasta el amor se ha convertido en una relación laboral, casi mercantil... donde nada dura, donde todo se pasa y se destruye... nada se transforma.

Sé que desde mi blog poco puedo hacer, me siento como nauta al filo de la proa viendo como se desabarranca la humanidad dando gritos... ¡pero a mí nadie me escucha! Yo solo no puedo, por eso, como quien espera que haya alguien en alguna parte, lanzo mi mensaje en una botella. Ya no trato de salvar la vida, ni siquiera el barco, ya es sólo un mensaje de esperanza para todo el que lo lea y que lo lance al mar... Otra humanidad es posible, la justicia es posible, que la ley sirva a la humanidad sin someterla y no que el hombre sirva a la ley, es posible. Lograr una humanidad mejor es posible, escucharse sin omitirse, dialogar sin descalificar, proponer sin imponer, desterrar la violencia de todo, respetar, mirar fuera de sí para encontrarse uno mismo en el otro y descubrir que todos somos la misma criatura, es posible. Entonces no heriremos al otro, ni nos aprovecharemos de él, ni buscaremos explotar sus capacidades para ganar a su costa...cuando nos miremos cara a cara conscientes de que todos venimos del mismo vientre, que todos somos el mismo barro y que necesitamos del mismo agua para vivir, cuando aceptemos que vamos todos en un solo barco y miremos al mismo futuro con los pies firmes en el mismo presente... cuando el Yo no sea más YO siendo que sea NOSOTROS...
Si lees este mensaje, si encuentras la botella, ánimo, no todo está perdido, otra humanidad es posible, y otra humanidad empieza en ti, en nosotros.
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