Un viaje al interno

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Un descenso al corazón

viernes, 1 de enero de 2016

Deseos de Año Nuevo


   Acaba de terminar el primer día del primer mes del último año que estrenamos. 2015 se fue no sin dejar su huella y hondos recuerdos, y 2016 viene con esa fuerza del volver a empezar que en estas fechas nos embarga a todos, viene con esas ganas de quedarse y hacer verdad todas esas cosas que año tras año nos vamos jurando hacer y que suelen quedarse en el tintero, viene con esas ganas de ser un preparativo para dar un salto a otro año y a otro más, en este engranaje del espacio y el tiempo en que vivimos.

   Es tradicional en estos días hacerse propuestas y buenos propósitos para el año nuevo, formular deseos...hay quienes comienzan el año con unos u otros ritos, pero al final, en el corazón de la mayoría, todo son buenos deseos, ganas de ser mejores, de crecer en lo humano, de mejorar en lo personal, ser más solidarios y así podríamos llenar una lista infinita de propósitos y deseos que, hoy como ayer, ante las doce campanadas, se formulan de uno u otro modo, mientras segundo a segundo, el año nuevo da sus primeros pasos, sin que nada cambie en apariencia.

  El día 31 de diciembre del pasado 2015 una amiga me preguntaba justamente sobre este tema, no dijo deseos, pero sí me pidió tres palabras para el nuevo año. De primeras me quedé pensando ¿qué tres palabras podría yo querer para el año nuevo? ¿deseos? ¿propósitos? ¿el típico cóctel de salud, dinero y amor? Me llevó unos segundos dejar pasar esos impulsos y centrarme en la que quiero que sea para todos la palabra de este año que juntos acabamos de comenzar ESTABILIDAD.

    Según la Real Academia de la lengua Española (RAE) la Estabilidad es una cualidad de Estable y ESTABLE, visto en el mismo diccionario, contiene en sí tres apreciaciones según las cuales Estable es:
       Que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer
       Que permanece en un lugar durante mucho tiempo
       Que mantiene o recupera el equilibrio

 Así pues ¿qué podría desear para este 2016? ni más ni menos que esto, Estabilidad para el mundo, para cada persona y para mí mismo. 2015 se cerró con un profundo y creciente sentimiento de inestabilidad, sentimiento que venimos arrastrando unos años desde oriente a occidente. Una inestabilidad que pone en riesgo todo cuanto somos, amamos y hemos conseguido. No quiero que se confunda la Estabilidad con el inmovilismo, la estabilidad conlleva en sí un movimiento constante de avance y un deseo insaciable de solidaridad y sana igualdad, más allá de las ideologías y demagogias de cualquier tipo y procedencia, que por desgracia florecen tanto en nuestros días, a diestro y siniestro,  no sólo en las viejas y nuevas políticas, también en quienes desde las religiones, desde púlpitos y mezquitas, manipulan, envaucan y prometen al hombre lo que jamás puede ser ley de Dios, y que quedan muy lejos del hecho Divino y Humano.

   Estabilidad. Respeto y tolerancia, todo ello se engloba en la estabilidad. Trabajo, amor, economía, en la estabilidad todo se relaciona; la justicia, el derecho, la libertad. En la estabilidad todo es uno y todo fortalece al hombre que se mantiene estable, que no inmóvil. Corremos el peligro de cambiar hasta perdernos, de desaparecer hasta de destruirnos, corremos el peligro de acabar con le existencia del planeta hasta el punto de no poder permanecer por mucho tiempo aquí. Pero también tenemos la capacidad de recuperar y mantener el equilibrio, si queremos, haremos del mundo un lugar estable, una sociedad sostenible, capaz de ir más allá de ese horizonte extraño que parece amenazarnos. Si por un instante dejamos de escucharnos sólo a nosotros mismos y dejamos por un momento que la voz del otro suene en lo profundo de nuestro corazón, si dejamos que la voz del otro sea por instante la nuestra propia, oiremos de nosotros mismos un grito de paz, de solidaridad, un deseo de estabilidad...

   El nuevo año es siempre un momento para pararse a reflexionar, pasado el primer día y su excesos es hora de sentarse un momento a escuchar, ¡cuantas veces he oído la frase de, que paren el mundo que yo ya no puedo más! pues ahora es el momento, por un instante podemos decir que se paró el mundo, que otro mundo es posible, otra razón, otros sentimientos, esos que todos deseamos al principio de año y que casi siempre se quedan en el tintero... es hora de que este año puedan hacerse realidad. busquemos entre todos hacer del mundo un lugar estable, busquemos la estabilidad en cada uno de nosotros, porque uno solo no podrá jamás cambiar el mundo, pero si cada uno de nosotros cambiamos, todos habremos cambiado, y si las más mínima brizna de polvo cambia el cosmos, el más insignificante cambio en ti, puede cambiar la humanidad entera.

    Feliz 2016, que la estabilidad llegue a tu vida, y así todo lo demás, se verá recompensado.



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