Un viaje al interno

Un viaje al interno
Un descenso al corazón

lunes, 10 de septiembre de 2012

El egoismo ese arma de destrucción masiva


   Y ahora que me siento bien, ahora que la paz me envuelve... ahora... ahora que el horizonte se despeja y lejos quedan ya las terribles tempestades... ahora, volveis como ocurrentes recuerdos... de liviana apariencia y pesada presencia, perpetuando en mi el dolor de aquello pasado, que no por haber muerto es más lejano, sino que, como recurrente pesadilla, venís a atormentarme... ahora que he apagado ya las luces... y todo ya está en paz...

    Fue tal vez, no cabe duda, mi culpa, pero nunca mi intención, dejar que el egoismo me hiriese... tal vez dejé demasiado tiempo que otros fuesen en mi lugar, y nunca, jamás fui yo mismo. Craso error, que por amor, no se ha de no existir, sino que hemos de aprender que es el amar lo que nos hace y nos da alas, lo que nos completa y emerge y que, cual fuere la circustancia, si así no fuera... dudemos de ese amor, que no es entrega. Pero débil soñador tú ibas... buscabas en lo hermoso del amor sus armonias...  tú que sí has amado, sin saberlo te dabas, cuando nunca recibias... y ahora que todo tienes, surgen las heridas... quieren brotar como el recuerdo que no hemos de olvidar, mas del que hemos de aprender, para así poder sanar...

   El corazón, es sin duda, un terreno prodigioso, como tantas otras veces dije, el palacio del alma, el lugar al que volver cuando no se tiene a dónde ir... un reino sin corona, un trono sin rey... en que hemos de reinar... pero nunca en soledad. El problema viene cuando, en medio de este reino, se esconde, acechante, oculta, la maldad... esa... esa que engendra el odio, la desconfianza...

    Es el egoismo, en los corazones, como las minas anti persona... enterradas en lo más hondo, oculta su apariencia... dispuesto a acabar con todo aquel inocente que se acerque, dejando sentimientos mutilados, almas heridas, cicatrices sangrantes y un dolor dificil de paliar... cuando el amor se ve "minado" de egoismo... estalla en un atronador y ensordecedor grito de ira, en un ahogo de orgullo... en nuestros días me atrevería a decir que hay muchos corazones minados, y otros tanto, heridos de mina... algunos, tras su dolor... minan sus corazones a fin de no volver a sufrir estallido semejante. Dicha solución no logra más que agravar el estado crítico de un corazón herido... que, al no dejar entrar, no deja salir, y al no poder traspasar sus propuas barreras, sus propios miedos y heridas... se queda solo, aislado... egoistamente aislado, solitario... silencioso... y aun que pueda parecer un manantial de ternuras... no es mas que el espejismo de lo que está llamado a ser...

  Desminar el corazón, y te lo digo con el mio entre las manos, no es fácil... verlo sangrar a borbotones, destrozado tras... tras haber fiado su ser a otras manos... desminar el corazón cuando tantas veces lo has donado y otras minas, de otros corazones lo han herido... mutilado... pero el corazón crece cuando se da, porque el amor no conoce fronteras, no tiene medida... por eso, ahora que me siento bien... vuelven a doler esas heridas que otro tiempo dejó, vuelve, como en una pesadilla, el tronar, a veces hasta silenciso... de quienes, enchidos de orgullo y vestidos de egoismo, vinieron a doler lo que el corazón amaba, pero el amor es siempre más... y puede más que el egoismo... y rotas sus barreras, explotadas sus ilusiones, destruidas sus esperanzas y desaparecidas sus alegrias... ve ahora la paz... esa, que las minas no dan... esa que da sólo el saberse amado, capaz de amar...

    Y dirás, ¿y todo esto? y te diré... para a pensar, qué hay en ti, si cuando quieres amar y darte entero, algo te frena... mira a ver que lleva tu corazón... no sea que da otras batallas queden minas que puedan explotar y herir, de muerte quizá a quien tú quieras amar... mira que el egoismo existe, como existe el mal... y que se oculta... pero el amor, con la paciencia, las puede desactivar... sencillamente parate, empieza a amar...que el amor ha de ser vida, que el amor no ha de matar... que el amor para vivir, el amor es para amar.








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