Un viaje al interno

Un viaje al interno
Un descenso al corazón

viernes, 27 de julio de 2012

El Honor de Competir

   Finalizada la ceremonia de apertura de los presentes JJ.OO Londres 2012, no puedo evitar reflexionar al respecto de la paradoja que por un lado se me muestra, quizá más en esta época convulsa, y la utopía pragmatica que se nos prensenta ante un palco tan lleno de tanta autoridad y un estadio repleto de atletas de todo el mundo, unidos bajo una misma causa... una causa justa, pacífica, honorable, entusiasta pero a veces, tan llena de dolor, rivalidad, competitividad... y no obstante, todos juntos, bajo una sóla llama, en esta ocasión, y de forma especialmente elegante, conformada por todas y cada una de las naciones... una sóla llama, una llama de humanidad.

  En una época oscura quizá para gran parte de la humanidad, donde los valores parecen haberse desavanecido, donde el enfado general y el malestar son un hecho común a todos, en este siglo XXI, tan igual al XX y tan distinto... en medio de esta humanidad tan asustada, quiere brillar la llama como un haz de luz de esperanza... Claro, que hasta los más puros deseos y las más buenas intenciones pueden verse empañadas... En unos juegos en que el afan personal es el mejor garante y la victroia es el mejor adorno, cabe destacar el conocido espíritu olimpo, en boca de su fundador actual, el Barón de Coubertin:                

"Lo importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar."
    "Lo esencial en la vida no es vencer sino luchar bien. 


Así como el hecho de que, los desportistas en sí, sepan vivirlo con la certeza que da saber que, jamás, llegarán a una meta, porque, si están ahí, si están compitiendo por el oro, por su país, por sí mismos, es porque saben que el espiritu de superación, y el espíritu de solidaridad, van unidos.


  Estos juegos, tan distintos a aquellos que entonces los griegos de la época clasica dedicaran a sus dioses, y en cierto modo, tan iguales, estos deportitas, tan iguales y tan distintos, esta humanidad... No podemos pasar por alto el hecho de que a lo largo de su historia y por diversos motivos, ha habido quien, desde su postura y su poder, ha tratado de hacer girar el espíritu olimpo y tornalo algo quizá, fraudulento... quizá el más recio ejemplo es el de los JJ.OO de Belín de 1936... 

  Por fortuna para todos, lejos quedó el tiempo en que el afán de superación se veía ensombrecido por el triste afán de la gloria, lejos quedó el tiempo en que el dopaje era una realidad, más que una noticia... y es que, los JJ.OO han cambiado, como el ser humano, ha cambiado, y así como el hombre ha aprendido que, a veces, para avenzar hemos de echar la vista atrás y volver a los origenes, así también, los JJ.OO han evolucionado con el hombre... 

  Una ceremonia de apertura que promete y augura unos JJ.OO diferentes... pero iguales, llenos de caras conocidas y de nuevos hitos, unos JJ.OO en que la modernidad se impone, haciendo un guiño historico a lo que nos precede y que nos hace ser quien somos, unos JJ.OO difernetes, donde hombres y mujeres son a un solo tiempo una sola cosa, deportistas, y ante todo, personas capaces, como cualquier otra, de superarse, solo que ellos, tomaron el relevo de la superación e hicieron de ésta un estilo de vida... Unos JJ.OO que nos auguran un mundo de todos, para todos, una llama que nunca se apaga... una humanidad... que no se rinde... y que ha puesto su esperanza en la juventud, recordandoles, de dónde vienen, para que puedan saber, a dónde deben ir...

   Ánimo, humanidad cansada... la gloria es tu meta, y el honor tu corona, ten la gloria de la paz, y ten la paz que te da la gloria...  






No hay comentarios:

Publicar un comentario