Un viaje al interno

Un viaje al interno
Un descenso al corazón

martes, 13 de marzo de 2012

Esperanza

Siempre se ha dicho que la esperanza es lo último que se pierde... se pierden las ganas, se pierde la ilusión, se pierde la alegría, las fuerzas... y sin embargo... siempre está ahi, como un haz de luz, el último destello de la esperanza... latiendo tan dentro, a veces tan oculta, manteniendo viva, casi impreceptivamente, todas las demás cosas que hemos dado ya por perdidas. Así a fuerza de esperanza, recuperamos el aliento, las ganas, la ilusión, la fuerza y la alegría. Renovamos el intento y continuamos esperando. Donde la cabeza dice quieto, el corazón grita ve, y contra toda esperanza, el hombre sigue esperando un imposible... y aun que no ve y parece que nada puede... espera... porque esperar, supone eso, no ver, quizá, hasta no sentir, sólo esperar en lo que no se tiene, incluso, por ilógico que suene, esperar en lo que no se cree... porque al final, el corazón, movido por la esperanza, es capaz de esperar donde ya no cabe la posibilidad, porque al final, la esperanza, es lo ultimo que se pierde.
    En ese estado de ánimo en que se nos presenta como posible lo que deseamos... continuamos existiendo... teniendo nada, esperando todo... y aún así creyendo... contra todo pronostico... y aun que nada nos garantiza nada, continuamos esperando... ¿qué es esta esperanza que nos hace no deseperar aun en lo mas indómito, inprobable e inesperado? no es una certeza, pero a veces es mas fuerte que cualquier seguridad, no es un sentimiento, pero puede movernos más allá que el propio sentir...¿qué es lo que es?¿quién quien lo sabe? y al final ¿quién es el que no espera, aún secretamente... aún no habiendo ya esperanza...? extraña conocida, desesperada auxiliadora, esperanzada compañera... ¿forzada amiga?... al final, se diga como se diga, esperanza es... y es por todos compartida.

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