¿Quién en su corazón no ha amado? ¿Quien, habiendo amado, no
voló hasta la utopía? ¿Quién no anhela en sus entrañas aquello que la utopía
ofrece? Dos conceptos tan distintos, lo real y lo concreto, la fantasía de lo
abstracto y lo abstracto del corazón…
En la mente
de todo hombre nace un día, del deseo, del anhelo, del corazón mismo, la
pregunta de lo justo… de lo bello… de lo real e inexistente… del amor. Idealizado, el amor es como el motor que nos
mueve, que empuja nuestros actos, que nos llena y nos lleva hasta rincones que
no pensamos que teníamos, pero con los cuales vivimos a diario. Es la utopía de
lo hermoso, de lo ideal y lo perfecto que encontramos en nosotros a la luz de
los ojos de quien nos ha enseñado amar… de quien nos vemos amados. Es cuando
Utopía se nos hace concreta y nos aterra, pues aun a fuerza de ser de todos el
deseo, por tenerla por lejana, su sola proximidad es aterrante. Extraña
realidad forjada sueño la de la utopía del corazón que se estremece entre los
brazos del amado… que nos hace vulnerables… pues en un mundo ideal las defensas
ya no existen y las barreras son sombras de un ayer que ya pasó. “que
maravilloso sería…” nos repetimos en la soledad de nuestra mente… deseando como
real lo que anhelamos como ensoñación de lo justo… quién sabe si tal vez de lo
divino… y en este punto místico del cuerpo con el alma donde nada duele, en
este sueño del hombre que se mueve en un mundo que no entiende y que critica,
en este estado del ser que clama a un cielo su justicia inexistente… sólo una
ventana hace real lo que en la mente es utopía. El corazón del hombre; tantas
veces extraviado, tantas otras asustado, pero siempre esperanzado, puede, en un
momento, hacer del mundo de lo real y lo concreto, de lo injusto y verdadero, el mas utópico de los sueños,
concretándolo en un todo que aun siendo nada… es un sueño del que no se espera
despertar…del amar y ser amado. Utopía y corazón, del segundo nace el primero,
en el deseo y sólo este puede hacer verdad, aun con dolor, la utopía mas
sincera… y es que, el amor siempre es sincero, es siempre justo y siempre es
verdad… y a los ojos de quien nos ama somos perfecto e ideales… a su lado
parece que todo es diferente aun cuando cueste el caminar. Que son efectos
pasajeros, que el amor se pasa, que no existe, que se va… ¿qué más da si es
utopía, qué mas da si es realidad? ¿Qué me importa si es un sueño y que me vaya
a despertar? Si a su lado es todo bello, aun que no sea eternidad, si la utopia
se hace cierta y el corazón la hace verdad… que me quiten las ideas, porque yo,
en mi utopía, mejor opto por amar.
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