Al levantar la mirada y echar la vista atrás comprendes muchas cosas. De repente te das cuenta de que el tiempo ha pasado, y que muchas de las cosas que ayer quizá parecieron hacerte falta, hoy, sencillamente... te sobran, o te sobrarian de aún tenerlas. Comprendes entonces que, a pesar de todo, no todo fue tan malo, y aún que lo fuese, tú mismo, tu capacidad, tu fuerza y energía, te hicieron ser quien no eras, para alcanzar así, quien hoy eres. Alzando los ojos, echando la vista atrás, puedes reconocer, como en las sombras, los aciertos valdios de ayer, esos que por nombre pusimos errores, pero de los cuales sacamos la esencia de nuestro ser. Ayer creía que moría sin ti. Cuando creía necesitarte, sencillamente, no estabas y ahora, aun que no estás, sencillamente, no te necesito, es más, ni tan siquiera te quiero a mi lado.
Tiene, pues, el probervio razón cuando a fuerza de experiencia marca como verdad aquello que se dijo de que "el tiempo todo lo cura" pues, es verdad que "el tiempo, pone a cada uno en su lugar"
Y es que si algo es verdad en la realidad del hombre, si algo hay que ninguno podemos negar, aun que en cierto modo cada uno lo apreciemos y constatemos de distinto modo, es el hecho de que el tiempo pasa, el tiempo corre y nosotros, hijos del tiempo, corremos con el... o quizá en él... el tiempo es algo que está... era antes que nosotros, y aun que al pasar desaparece, aún cuando nosotros desaparezcamos, aún a pesar de que dejemos de ser en él, él aún será sin nosotros.
El tiempo nos forma, o más bien, nosotros nos formamos en el tiempo, y es en él, una vez transcurrido, cuando por medio de la memoria, podemos ver cómo el tiempo nos ha cambiado, o más bien cómo hemos cambiado en el tiempo. El físico cambia, desde la mas tierna infancia a la pubertad, desde la juventud a la edad adulta, desde la senectud a la eternidad... pasando por el intemporal paso de la muerte, ese necesario tramite que vivimos, para que exista la vida... pues, así como el tiempo muere cuando pasa, la vida pasa cuando muere.. y cada día es un morir mientras se vive... un vivir mientras se muere.
A la vista del tiempo, podemos comprender nuestras acciones e inacciones, nuestras muchas pruebas... pensando en esto, me venía a la mente otra frase, aquella de "cómo el oro en el crisol" así la vida, ese maravilloso tesoro, se ve por el tiempo y las inclemencias de sí misma, en sí misma acrisolada, para poder, con el tiempo, brillar pura con la pureza de quien sabe apreciar lo que del tiempo en la vida las enseñanzas de la misma supiero enseñarle...
El tiempo, la vida, la muerte, la eternidad... la nada... pensaba yo en estas cosas al descubrir cómo lo que ayer era hoy ya no es, lo que hoy no es, mañana tal vez será... lo que ahora no parece, existe, lo que ahora no se aprecia, se apreciará, lo que ahora no se entiende, se entenderá... por eso, amigo que me lees, hombre que me escuhas... por eso te invito a pararte en las manillas del reloj de la vida, que respires un instante y mires a alrededor... valora lo que el tiempo te trajo, lo que se llevó.. lo que te deja... espera alegre lo que vendrá, no mires con nostalgia lo que no está... vive, con lo ayer aprendido, mira, con los ojos hoy.
"El tiempo al hombre es como a los vinos, los buenos, mejoran, los malos, se agrian"
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