Un viaje al interno
sábado, 30 de junio de 2012
Conozco sobre todo, tu necesidad de Amor
Y cuando todo está en silencio, cuando hasta el pensar se ha callado y ya nada puede acallar la voz callada del silencio... llega, de forma inaudible, la extraña y familiar voz latente del corazón palpitante...
"Mira, heme aquí, en medio de tí, de todo tu ser, te conozco desde siempre, desde la eternidad... he vivido contigo cada instante, de hecho, yo, soy tu vida. Sin mí, nada de lo que eres podrías haber sido, sencillamente, soy yo, tu corazón. Te conozco como una madre a sus pequeños, a quien ningúno de sus llantos le es extraño. He estado contigo siempre, cada vez que has luchado y por tanto cada vez que has vencido, pero también he estado cada una de las veces que en vez de vencer te viste derroado, conozco tus heridas, nada de ti me es ageno, pues, todas tus heridas han sido las mías, he estado en ti cuando has sido feliz, cuando has llorado, y hasta las veces que la pena, ni tan siquiera te dejaba llorar...
ahora que estás aquí, ahora que has dejado al silencio tomar conciencia de ti y tu entorno, ahora que callas, escuchas... porque aún cuando no oyes nada, puedes escuchar... quiero sincronizar mi latir a tu vivir, el latir al respirar... que así como tú para mí no eres extraño, yo tampoco lo sea para ti. Vivir conforme a lo que se ama y no conformarse con amar lo que se vive y es que, conozco sobre todo, tu necesidad de amor.
Cada lucha, cada herida, cada lágrima, cada decepción, fueron y son fruto de tu necesidad de amor...de tu sed de amar y ser amado... de dar sin esperar y a la vez recibir sin tener que dar, sin tallas, sin calidades, sencillamente con amor. Sin exigencias, sin prisas, todo con calma y con libertad, con sencillez...con paz. Si conocieras el bien que te hace oirme y escucharme, ajustar tus deseos a mí, pues soy tu corazón y sólo deseo de ti, no lo bueno, lo mejor. Calma, pues, tu sed de amar y ser amado, amando sin medida, creyendo sin medida, esperando sin medida, ama, AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS, pero ama, porque hagas lo que hagas, estarás amando.
Así pues, ama, ámame, a mí, ¡a mí que soy tu corazón!, porque al amarme, te estarás amanado y amandote, aprenderás a amar... confía en mí, entra, que el corazón no tiene barreras y ama, pues sólo el que amor siembra, amor recoge, aun que a veces también crezcan zarzas u hortigas"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario